La mejor forma de hacer pizza en casa es hacerla sin complicaciones, sin prisas ni preocupaciones. Sale con los ingredientes más sencillos. Solo necesita un poco de dedicación.
En la cocina, como en casi cualquier cosa en la vida, podemos llegar a complicarnos tanto como queramos, pero también ocurre al revés. Podemos hacer las cosas tan sencillas como queramos sin necesidad de sacrificar en calidad final. Una de las recetas que más me gusta hacer en casa es la receta de pizza casera, pero casera no significa hacerla de tal forma que no merezca un puesto de honor en nuestra mesa.
Con la pizza podemos complicarnos todo lo que queramos. Por ejemplo, podemos hacer una pizza con una harina específica, o mezclando harinas. Podemos hacer la pizza con una fermentación en frio, con varias fermentaciones, podemos añadir masa madre, o poner una levadura u otra. Podemos hacer la pizza con salsa de tomate muy elaborada, podemos usar piedra para el horno, unos ingredientes u otros, etc.
Para que os hagáis una idea una pizza puede ser todo lo complicada que queramos y también todo lo sencilla. Hoy hemos decidido hacer una pizza muy sencilla, con la idea de que todos vosotros podáis hacerla en casa simplemente siguiendo los pasos y consejos que aquí os vamos a dar. ¿Os animáis?
Tiempo de elaboración | 2 horas
Dificultad | Fácil
Personas | 4-6
Ingredientes
300 g de harina
160 g de agua
5 g de levadura de panadería instantánea
20 g de aceite de oliva virgen extra
1 cucharadita de sal
200 g de salsa de tomate
100 g de mozzarella
100 g de jamón de york
Paso a paso para hacer pizza
En un bol ponemos todos los ingredientes de la masa: harina, agua, levadura, aceite y sal y mezclamos bien con una cuchara. Una masa de pizza es como un pan sencillo. Se puede hacer con cualquier tipo de harina y la cantidad de agua será aproximadamente de la mitad de la de harina. Si usamos una harina con más cantidad de gluten (harina de fuerza) entonces necesitaremos algo más de agua y si utilizamos una harina normal (como la de hoy) con la mitad de agua (por harina) y un poco más será suficiente.
Acto seguido pasaremos a amasar. Si tenemos una amasadora estupendo porque no tendremos que hacer gran cosa. Si no tenemos lo unico que haremos será estirar la masa y recoger con la palma de la mano hasta conseguir una masa que no se pega a las manos ni a la mesa, es una masa fina y elástica. Entre 5 y 10 minutos serán más que suficientes. No hará falta enharinar la mesa.
A continuación dejaremos fermentar la masa tapada. El objetivo es que doble de volumen. ¿Y eso cuando lo hace? La respuesta es sencilla, si hace frio tardará más que si hace calor. O al contrario, si hace calor tardará menos. Las mejores masas cuanto más tarden mejor porque la masa se desarrolla de otra forma, pero con nuestra pizza sin complicaciones nos dará igual. Nosotros la dejamos y cuando suba al doble seguiremos por el siguiente paso.
Ahora que nuestra masa ha crecido lo suficiente podemos continuar. Cogemos la masa y la desgasificamos, es decir la amasamos ligeramente para que vuelva a su volumen inicial. Podemos pasar a dividirla para hacer pizzas pequeñas o hacer una grande. Para estirarla sin complicaciones la estiramos con las manos como podamos o bien con un rodillo, la forma es lo de menos, si sale cuadrada adelante si conseguís una masa redonda genial. Le pondremos los ingredientes, primero el tomate, después el queso y el resto de cosas que queramos añadir.
EL último paso es el del horno, y no es el menos importante. Con el horno precalentado a un mínimo de 230 ºC metemos la pizza. Podemos usar una piedra para el horno o una bandeja. Si tenemos piedra la base de la pizza quedará más crujiente pero no nos tenemos que complicar la vida, quedan muy ricas en cualquier bandeja que tengáis.
Hornearemos durante unos 8-10 minutos, hasta que se dore ligeramente.
Consejos y sugerencias
A modo de conclusión con nuestra receta de pizza casera fácil y sin complicaciones paso a enumerar brevemente lo importante:
Aunque podemos hacer la pizza con una harina de fuerza, sale igual de rica con harina normal.
Podemos añadir levadura fresca o incluso masa madre, pero con levadura de panadería seca o instantánea queda muy bien.
Dejaremos que aumente el volumen sin preocuparnos del tiempo. Puede tardar menos si hace calor y tardará más si hace frío.
Hornearemos a horno fuerte hasta que se dore. Si no tenéis piedra de horno no pasa nada.
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